Mi cuerpo de trabajo está formado por composiciones fotográficas que documentan recorridos a través de espacios abordados en diferentes momentos para reflexionar sobre aspectos como el tiempo y la memoria.
Camino por ciudades con cámara en mano capturando visiones fragmentadas, que luego combino. Aunque las ciudades han sido mi campo principal de acción, siempre he estado interesada en la relación entre lo rural y lo urbano, las montañas, los rios.
En mis salidas de campo no hay un guion escrito, más bien los mismos espacios dan orientación a mis pasos y a la mirada. Es una mirada perceptiva que devela los significados latentes del espacio externo desde un estado interno que permite que el ánimo, el intelecto y el inconsciente reaccionen libremente ante él. Trabajo sola, es una especie de ritual sagrado de observaciones cíclicas.
Documento estas salidas con múltiples exposiciones fotográficas creando un archivo que he ido acumulando por mas de dos décadas, y que me ha permitido tener una visión mejorada de lo que recorro. Un detenimiento en el flujo de tiempo subdividido. Un análisis a otra velocidad. Otra forma de ver, en otras condiciones, sobre otros soportes y a otra escala.
La dimensión de la realidad cambia a la representación a través de una serie de encuadres dentro ópticas de cámaras análogas y digitales, que se acumulan y se suman.
Digitalizo todo el material para sacarlo de la pantalla al papel, reordeno, recorto, dibujo, pego, sobrepongo, transformo y divido, imágenes de manera que la representación del referente quede “fuera de registro”, sin un solo punto de vista, sin un momento específico. Esta forma de componer, hace que en esa representación de la existencia se mezclen perspectivas que van de lo macro a lo micro. Pretendo abarcarlo todo, ver la ciudad como escenario, condensar todo en una sola imagen.
Mi proyecto mas ambicioso en volumen está en curso. “Bacatá” está compuesto por un registro fotográfico de 8351 fotografías desde el edificio mas alto de Bogotá, realizadas en 9 salidas de campo desde diciembre de 2022 hasta enero de 2025. Es una instalación en la que confluyen varios momentos que congelan pequeños detalles del cotidiano y que combina una multiplicidad de puntos de vista en donde la ciudad percibida está lejos de ser la ciudad referente.
Dentro de mis referentes se encuentran las obras de David Hockney, quien experimentó con foto collages, que llamó joiners, en uno de ellos, titulado Pearblossom Highway (1986), combinó múltiples fotografías para crear una imagen panorámica y fragmentada que desafiaba la perspectiva tradicional. A lo largo de su carrera, Hockney ha explorado diferentes maneras de representar el espacio y la perspectiva, a menudo desafiando las convenciones y experimentando con la fragmentación y la multiplicidad de puntos de vista. El artista alemán Gerhard Richter ha explorado temas como la memoria, la historia, la percepción, y la representación. Su obra Atlas (1962-presente), es una vasta colección de fotografías, recortes, bocetos, y notas que el artista ha recopilado y organizado en paneles, los cuales se convierten en un archivo personal que documenta sus intereses, fuentes de inspiración, y su proceso creativo.
Transformo fotografías, llevándolas más allá de ser simples reproducciones de la cámara. Mis obras se convierten en ensayos fotográficos que narran aquello que encuentro en los mismos espacios. En el caso del “Bronx”, fue el renacer de la vida después de muerte. En “Desde el Principio”, la imposibilidad de ver y encontrar el origen del Río San Francisco. En “Líneas de Tensión”, la compleja conformación de la malla urbana y su camuflaje.
Mis acciones creativas son infinitas y repetitivas, los procesos son largos. Cuestiono si el potencial de la fotografía es la fotografía en si misma, o la contemplación del propio medio que la contiene.
Como directora/creadora de Fan Lab , tengo un conocimiento avanzado de papeles y técnicas de impresión digital, he perdido el miedo a la materialidad, he impreso en mas de 70 papeles diferentes, he intervenido las impresiones, las he rasgado. Juego mucho con todas las posibilidades plásticas que me ofrece tener un taller de fotografía. Ahora me he dedicado a crear a partir de desperdicios que se generar día a día, vestigios de otros, uniendo pedacitos de papel para lograr composiciones grandes, imprimiendo al reverso de los papeles, cosiendolos, y tratando de sacar de la basura lo que mas puedo para darle una segunda oportunidad a los desechos. Todo esto para reconstruir esos diarios de campo en lo que se convierten mis pasos y mis registros en los que sigo la intuición y el recuerdo para trazar un momento.